Digitech Whammy, 36 años sin competencia… ¿hasta ahora?
¿Nadie pudo o nadie quiso superar al Digitech Whammy? Hablamos de ello en este artículo
En 1989, el Digitech Whammy WH-1 era presentado en el mercado, al principio con un éxito moderado. Hoy es uno de los clásicos modernos que de verdad aportó algo nuevo cuando ya todo parecía inventado y, aún más sorprendente, nadie realmente ha conseguido ser un competidor serio… ¿hasta ahora?
En las últimas semanas, Boss anunciaba un producto que nunca antes había intentado hacer — es raro poder decir eso de esta marca. Se trata de una competencia directa al Digitech Whammy: el Boss XS-100 es un efecto con pedal de expresión incorporado que permite hacer rampas de afinación, igual que el famoso pedal rojo en que se inspira. Además, incluyen otra novedad para Boss: el efecto es ahora polifónico, y puede ejecutar a la vez un efecto de Drop Tuning. Es, por lo tanto, más correcto decir que compite con una de las versiones más actuales del Whammy, el Whammy DT.



Por supuesto que Boss ya tenía efectos de Whammy antes de esto: casi todos sus multiefectos y las últimas versiones de sus pitch shifters en formato compacto (PS-5, PS-6) permitían añadir un pedal de expresión que a la práctica nos permitía obtener el sonido deseado a grosso modo.
Pero como Boss, muy pocas marcas han llegado a hacer un efecto con pedal de expresión incorporado, haciendo aún más evidente la competencia directa con el original. En los 36 años de existencia del Digitech Whammy han sido poquísimos los intentos de ello. En este post mencionaremos algunos, y especularemos acerca del por qué de esta escasez.
Los que intentaron competir
Insisto, para que nadie se ponga nervioso: casi todas las marcas de multiefectos tienen su propio whammy. Pero casi nadie lo ha metido en una caja con pedal de expresión.
En esta estupenda entrevista a Jim Pennock, uno de los ingenieros de Digitech en la época de la creación del Whammy, se explica cómo en 1989 casi nadie conocía efectos con pedal de expresión que no fuesen un wah o un pedal de volumen. La llegada del Whammy al mercado no fue un éxito inmediato, pero sí amplió lo que un pedal de expresión podía estar destinado a hacer.
A pesar de ello, la competencia tardó mucho en presentarse. El concepto tenía que forjarse, y aún faltaba que Steve Vai, Tom Morello, Joe Satriani, Dimebag Darrell o Justin Chancellor demostraran al mundo lo que el pedal era capaz de hacer. Proliferaron muchas imitaciones incluidas en multiefectos de finales de los 90 y los 2000 (Boss GT, Line 6 Pod o diversas pedaleras de Zoom), pero en ese momento nadie se lanzó a crear un efecto dedicado con su pedal de expresión y todo.
Morpheus Bomber
Hay un competidor que no nos sorprende del todo: para la creación del Whammy, Digitech pidió ayuda a la compañía canadiense IVL Audio Inc, que ya tenía experiencia trabajando con temas clave como la detección del pitch (que el pedal sepa qué nota estamos tocando). Fueron impresdincibles para el desarrollo del primer Whammy en los 80.

Mucho más tarde, IVL decidió hacer sus propios productos, y en 2009 presentaron el Morpheus Drop Tune, un pedal polifónico que bajaba afinaciones. Y más tarde, en 2011, presentaron al mundo el Morpheus Bomber, un «whammy» plateado con algunas funciones atractivas: era polifónico, y como algunas versiones antiguas del Whammy, permitía el cambio de ajuste desde los pedales. El sonido estaba a la altura de las expectativas y la latencia era excelente para la época. Salió acompañado de otro pedal, el Capo, que subía afinaciones,
Pero el mismo 2011, Digitech presentaba su Whammy DT, un whammy también polifónico que además incorporaba una sección que subía y bajaba afinaciones: en resumen, un solo pedal hacía todo lo que ofrecían los productos de IVL. Además tenía más flexibilidad y capacidad MIDI. Después de este episodio, no volvimos a ver más productos de Morpheus, pero IVL aún existe.
Los dos intentos de Mooer
Mooer tuvo dos intentos de hacer un pedal de whammy con expresión incorporada: el más reciente lo tendrám presete la mayoría de los que sigan esta marca, me estoy refiriendo al Pitch Step. Un pedal rojo y negro, igual que el Whammy, que no busca ofrecer realmente una alternativa de mucha calidad; sólo más económica. Por lo general, hay consenso en que, a nivel sonoro, no está ni cerca del Whammy.

El otro pocos lo recordarán, y es que tuvo una presencia efímera en los primeros días de Mooer cuando aún apenas habían comenzado a decirle al mundo que existían. Se trata del Mooer Super Bender, un pedal con todas las opciones que habrían hecho de él un competidor serio para el Whammy IV. Pero de nuevo, con un sonido más bien primitivo, clarísimamente menos atractivo que el de cualquier Whammy original.

Electro-Harmonix Slammi
Si en nuestra lista tenía que haber uno infravalorado, posiblemente sea este. No osaríamos decir que tiene el encanto sonoro de algunos de los mejores Whammys de Digitech pero, a diferencia del Mooer, hace un buen trabajo.
El primer Slammi, sin embargo, tenía un serio obstáculo; y es que decidieron hacerlo en formato Next Step, un tipo especial de pedal de expresión basculante que no tenía base. La acción de inclinación se hacía directamente con el suelo con un sistema interno que usaba el magnetismo, algo no solo desorientó un poco a los guitarristas, sino que además presentó problemas de funcionamiento más tarde.

El Slammi Plus llegaría con más opciones de pitch shifting polifónico y un mecanismo de piñón y engranaje clásico de un pedal de wah. Como decimos, es un pedal con muchas opciones y un rendimiento sonoro bastante correcto, aunque su aspecto totalmente negro sin nada que lo diferencie de un wah sosainas hace que a simple vista pase desapercibido del todo.

Boss XS-100: el más reciente
El Boss XS-100 no solo es el más reciente (ha salido hace menos de un mes) sino tambien el más peligroso para Digitech. Para mucha gente, Boss es una compra que hacer con los ojos cerrados, e incluso aunque el precio es superior al del Whammy DT que imita, podría suponerle un problema.

Si soy sincero, en los vídeos que he podido oír del XS-100 oigo un buen pedal, pero no el carácter tan especial que inmediatamente percibo cuando me enchufo a algo de Digitech. Pero es algo que tendré que terminar de decidir cuando lo pruebe finalmente.


Con todo, sus especificaciones (Whammy y Drop Tune polifónicos, baja lantencia, presets, MIDI) y su posición en el mercado lo convierten en el rival del Whammy más serio hasta la fecha.
¿Tantos años y tan pocos competidores?
¿Por qué este pedal, en un mundo en que los clones de pedales son la norma, ha tenido tan poca competencia?
El primer motivo que me viene a la cabeza es que, a pesar de lo famoso que nos pueda parecer que es el Whammy, realmente es minoritario. No es necesario para el 90% de los repertorios de guitarra habituales, y hay una masa enorme de gente que como efectos de adorno solo usa wah, delay, reverb, tremolo y tal vez chorus.
Para empeorarlo, su desarrollo (si queremos hacerlo sonar bien) es complejo, y requiere una cierta potencia de procesamiento, lo cual lo hará ser más caro que un simple trémolo, por ejemplo. Crear un pitch shifting pasa por hacer que un algoritmo copie y acelere las notas, para que suenen más agudas. Como eso hace que suenen más rápido, duran menos de lo que deberían, así que hay que duplicarlas para llenar los huecos que dejan. Luego hay que hacer un crossfade entre ellas, y otros procedimientos para hacer que el resultado suene natural. Y todo eso en milésimas de segundo para que el intérprete no note latencia.
Además, no sirve una carcasa de pedal genérica válida para cualquiera de tus otros efectos de un catálogo: o te las apañas para meterlo todo en la carcasa de un Wah estándar — lo cual hizo EHX con el Slammi Plus — o vas a tener un coste adicional por una carcasa especial.
Vamos, un infierno que no compensa las pocas ventas que posiblemente se produzcan comparado con el enésimo clon de un Tube Screamer. Pero es que, además, el sonido del Whammy original, el WH-1, es tremendamente difícil de superar.
No era polifónico, y la tecnología de 1989 era insuficiente para crear un pitch shifting limpio e inmaculado, pero precisamente, sus glitches eran bellísimos. Unos accidentes y una respuesta tímbrica extremadamente musical, que ni siquiera otros Whammys posteriores terminaron de reproducir del todo. El Whammy V es, probablemente, el que mejor conserva una buena parte de esa respuesta tan armónica y llena de contenido agradable.


Conclusión
Así pues, por razones de demanda, costes de fabricación, y la paradójica dificultad de superar un pedal de 1989, el Whammy y sus sucesores han disfrutado de una carretera amplia y despejada durante años. Veremos qué pasa tras este lanzamiento de Boss, pero algo me dice que la cosa seguirá así durante un tiempo más.

Más sobre el Digitech Whammy
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