Behringer CZ-1 Mini, un pequeñajo repleto de distorsión de fase
El diminuto CZ-1 al fin llega a las tiendas con la dulce promesa de la distorsión de fase ochentera comprimida en una caja del tamaño de un libro de bolsillo.
¡Más vale tarde que nunca!
El Behringer CZ-1 Mini llevaba casi dos años en el aire desde que Behringer anunció su existencia. El 30 de enero de 2024 nos contaron que ya habían enviado unidades para las pruebas beta, y desde entonces no se supo nada más… hasta el NAMM de este año, donde apareció por fin en público junto a otros instrumentos muy esperados.
Ahora ya está disponible en tiendas y podemos escuchar cómo suena. No ha cambiado mucho desde la primera vez que lo vimos, salvo por algunos retoques estéticos, así que vamos a repasar sus especificaciones. Para empezar, es un sinte de tres voces que utiliza el método de distorsión de fase que Casio popularizó a mediados de los 80.
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Más informaciónMientras todo el mundo se volvía loco con Yamaha, Casio, más conocida entonces por sus calculadoras y relojes digitales, se desmarcó del estilo VL-Tone y se sacó de la manga un sistema de síntesis que le plantaba cara a la síntesis FM.
El CZ-1 Mini
El CZ-1 Mini conserva las ocho formas de onda y los dos DCO del CZ original de Casio. Combinados, pueden generar hasta 33 formas de onda distintas. Estas se manipulan mediante ondas controladas digitalmente (una por DCO) que alteran la intensidad de la distorsión de fase aplicada.
También está presente el generador de envolvente de ocho etapas, que puede asignarse al tono, al timbre y a la amplitud. Las tres voces pueden tocarse en modo monofónico, polifónico o apilado. A todo esto se le suma un filtro analógico y un efecto chorus, que no estaban en los modelos originales.
La sección de vibrato funciona como un LFO, y cuenta con un secuenciador de 16 pasos para crear tus propios patrones, además de un arpegiador con tres patrones ya definidos. Se alimenta por USB-C y dispone de entrada MIDI de 5 pines, puerto de sincronización y MIDI por USB para facilitar la conexión con todo tipo de dispositivos.
En un aparato tan pequeño, la pantalla no podía ser gran cosa, pero han conseguido encajar una OLED diminuta que debería bastar para al menos cubrir unas cuantas funciones. Aunque muchos lo conectarán a un controlador externo, el teclado táctil integrado será suficiente para improvisar sobre la marcha.
Y un detalle muy interesante: el CZ-1 Mini es compatible con los sysex originales de los CZ, así que seguro que pronto veremos cómo se reactivan muchos bancos de sonidos clásicos disponibles en internet.
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