Las guitarras Gibson más importantes y sus diferencias
Estás entrando en el mundo de la guitarra, y siempre has oído hablar de las bondades de las guitarras Gibson. Seguramente, la que has visto más veces en tu vida es la llamada Les Paul: el modelo que llevan Slash, Jimmy Page y muchos otros, pero hay otras en las que seguramente habrás reparado, como la SG de Angus Young de AC/DC. Hoy haremos una vista de pájaro sobre los diferentes modelos.
Gibson es, en el mundo de las guitarras, como el Harley Davidson de las motos. Es más que un simple medio de transporte, ya que es una marca que desprende actitud rock y tiene una fuerte faceta aspiracional: para muchos, tener algún día una Gibson es un sueño en sí mismo, un logro vital.
Eso es gracias, cómo no, al estupendo trabajo de marketing que la marca ha hecho durante varias etapas de su existencia, pero también al hecho natural de haber sido pioneros del mundo de la guitarra eléctrica. Gracias a eso, Jimmy Page, Angus Young, Peter Green, Slash, Mark Knopfler, Eric Clapton, BB. King y una lista interminable de artistas han llevado instrumentos Gibson en momentos clave de la historia de la música electrificada.
En el post de hoy, te vamos a ayudar a conocer un poco mejor los modelos de Gibson — seguramente ya conoces algunos, como la Les Paul — y comentar brevemente sus puntos fuertes y también aquellos en que no brillan tanto.
Gibson Les Paul (1952)
Hay que empezar por aquí, y es que seguramente es la guitarra más importante de la marca. Diseñada por el músico e inventor que dio nombre a la guitarra, Lester William Polsfuss, Les Paul para los amigos, salió al mercado en 1952, con una silueta y construcción parecida a las actuales, aunque fue experimentando mejoras técnicas para hacerla más fiable, especialmente en el puente.

Es una guitarra muy versátil pero muy pesada, que existe en numerosas versiones, algunas más ligeras, como la Les Paul Junior o la Melody Maker. También las hay modernizadas, con mayor ergonomía que el tablon «recto» que era inicialmente. Pero la fórmula original consta de dos humbuckers (pastillas dobles con más ganancia y menos ruido de fondo que las pastillas simples), mástil y cuerpo encolados entre sí hechos de caoba y una tapa de arce.
Da sonidos gruesos y nasales, ideales para el rock. El acceso a los trastes agudos no es el más cómodo que existe en el mercado, y como ya hemos dicho, el peso es algo a tener en cuenta — sobretodo en los modelos que siguen el patrón adicional. Pero, a cambio, tenemos los sonidos de Led Zeppelin, de Slash, de Gary Moore, y de muchísimos otros momentos importantes de la historia de esta guitarra.


Gibson SG (1961)
¿Qué pasaría si a una Les Paul le hacemos otro cutaway (o sea, otro «cuerno») y la hacemos más delgada para que no pese tanto? No andaríamos lejos del concepto de una SG: las letras significan Solid Guitar y es una guitarra mucho más manejable y con alguna parte del carácter de una Les Paul.
Como pasará con muchas guitarras del artículo, la formula de construcción es parecida: mástil encolado a un cuerpo, ambos de caoba, y la misma escala (la distancia entre el puente y la cejuela, la parte de la cuerda que vibra) y pastillas humbuckers más cañeras que las de una stratocaster. Pero no tiene tapa de arce curvada (es plana) y su grosor general es menor.

Esto da como resultado una guitarra más cómoda para personas menos corpulentas, como era el caso de Angus Young de AC/DC. Además, el doble cutaway mejora algo el acceso a los trastes agudos.
Ha tenido usuarios ilustres como Frank Zappa o Tony Iommi de Black Sabbath. Nuevamente es una guitarra versátil y capaz de muchas cosas: sus mayores defectos son que a menudo resulta algo menos glamourosa que una Les Paul y que, debido a su cuerpo más delgado, a veces cabecea por culpa del peso de la pala.


Gibson ES-335 (1958)
Entramos en un terreno completamente diferente: se trata de una guitarra de caja, es decir, no todo su cuerpo es madera maciza como las anteriores, sino que tiene cámaras. B.B. King (Lucille, que es básicamente una ES-355 sin agujeros en “f”), Chuck Berry, Eric Clapton o Larry Carlton han sido usuarios de este modelo.
Se buscaba en este caso reunir las cualidades sonoras de una guitarra hueca pero incorporando las ventajas de un bloque central de madera sólido, que evitaba que la guitarra provocara realimentación cuando era expuesta a volúmenes de amplificación fuertes. Tanto el bloque como las alas eran de arce y el mástil encolado de caoba.

Esta es una guitarra más voluminosa que las anteriores, y con un sonido algo más redondo y oscuro, pero que sus usuarios señalan como extremadamente versátil. Ha sido protagonista del rock de los 60, pero también del jazz y del blues. A diferencia de las anteriores es una elección menos común para el heavy metal, aunque no está totalmente desvinculada de los géneros muy distorsionados.


Gibson Flying V y Explorer (1958)
Hoy en día, Gibson tiene que representar tradición, pero en su día era un producto moderno que estaba cambiando la música. Por eso, sus lanzamientos eran rompedores aunque puedan no parecerlo a día de hoy. Un ejemplo de ello fueron las angulosas Flying V y Explorer, que fracasaron comercialmente en su día, y ahora son auténticos clásicos.
De nuevo nos encontramos la configuración de cuerpo y mástil de caoba encolados, pastillas dobles y gran parte de las prestaciones que habría en una SG o una Les Paul, pero sin tapa de arce arqueada. Poniendo el énfasis en las siluetas nunca vistas, una tenia forma de flecha, la otra de una cosa rara. Claro, no vendieron muchas.

Hubo que esperar a que gente como Albert King, Lonnie Mack o Kirk Hammett usaran la Flying V extensivamente, o que The Edge, Scorpions o James Hetfield usaran la Explorer para que la percepción del público cambiara completamente. Este es el poder de un endorsement.
Hoy en día, son guitarras muy conectadas al mundo del rock más duro y el metal, y es bastante normal ver a bandas locales de Heavy o Thrash inclinándose por estos modelos. Aunque tiene un acceso estupendo a los trastes agudos, el punto menos interesante de la Flying V es la incomodidad al tocar sentado.
Por su parte, el cutaway angulado de la Explorer puede dificultar, precisamente, el acceder a los trastes agudos, pero es más cómoda para tocar sentado apoyándola sobre la rodilla. Eso sí, es una guitarra grande y puede pesar.




Gibson Firebird (1963)
La Firebird fue creada en realidad por el diseñador de coches Ray Dietrich, contratado por el entonces presidente de Gibson, Ted McMCarthy. El resultado fue esta versión redondeada de una Explorer con la pala invertida, que bebe de la influencia de los automóbiles clásicos de los 50.
Quizás la que menos se ve en el día a día de todos sus modelos clásicos, la Firebird tiene como usuarios más conocidos a Johnny Winter o Allen Collins. Es la primera guitarra equipada con mini–humbuckers, aunque posteriormente se ha visto la misma silueta con otras configuraciones de pastillas más comunes.

Hubo una etapa Neck–Thru (el mástil continuaba hasta el final del cuerpo, atravesándolo) y otra de mástil encolado. En el primer caso, el mástil estaba hecho de diversas capas de caoba y nogal para mayor resistencia (una técnica que aún hoy emplean muchas marcas de guitarras con diferentes maderas). Además, es bastante común que venga con trémolo.
Los mayores pros de este diseño son el sustain y el sonido prolongado, aunque nuevamente nos enfrentamos a los problemas de peso y de cabeceo, ya que aparentemente el diseño clásico presenta algo de desequilibrio entre los pesos de cuerpo y pala.


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