El sonido de Metallica: qué equipo usar para sonar como James Hetfield
Un repaso por la historia de las guitarras y amplis de Metallica
Algunos grupos tienen la suficiente personalidad como llevar un estilo al siguiente nivel, haciendo que cientos de músicos de generaciones siguientes sigan sin dudar esa nueva forma de hacer las cosas. En el metal, uno de esos grupos fue Metallica por su forma de componer, pero también por su peculiar visión de cómo sonar. En este post hacemos un resumen rápido de los elementos clave del sonido de estos gigantes del heavy.
Nadie inventa nada totalmente desde cero, y aunque Metallica son los portadores del mérito de haber revolucionado el Thrash Metal, hay que reconocer que muchas bandas de la NWOBHM (grupos ingleses de heavy de finales de los 70 y principios de los 80) ya sonaban bastante cerca de lo que empezaron siendo Metallica.
Para un outsider del Heavy Metal, puede que Metallica suene igual que Iron Maiden o Judas Priest, pero lo cierto es que tienen algunas diferencias que supusieron un vuelco estilístico. Ellos y otras bandas de la ola de Thrash Metal que estaba a punto de llegar, como Slayer, Megadeth, Anthrax o Annihilator ya estaban haciendo un uso obsesivo del palm mute rápido de la sexta cuerda, el uso de doble bombo, y buscando el máximo grosor y percusividad en las guitarras rítmicas.
Es probable que este cambio creara nuevas necesidades sonoras que acabarían impactando en como son los amplis y pedales de hoy en día. Metallica hicieron un viaje sonoro muy interesante para intentar satisfacer las necesidades del nuevo estilo musical que se estaba cociendo. En este artículo vamos a resumir ese viaje y proponer alguna forma accesible de hacerse con ese sonido.
El período Kill’em All/Ride The Lightning
El sonido de los primeros Metallica estuvo marcado por aquello a lo que el grupo podía acceder, y no tanto por decisiones premeditadas. En su primer disco de 1983, «Kill’em all«, James Hetfield era joven y no tenía mucho dinero, por lo que empleaba una copia de una Flying V de Gibson que ni siquiera era encolada, sino atornillada (era una Electra) que consiguió de segunda mano. La amplificación era un Marshall SLP 1959 modificado por Jose Arredondo (un técnico famoso en California) sumado a un pedal ProCo Rat, y el primer disco no tenía mucha variedad de sonidos, así que básicamente eso era todo.
Dicho amplificador modificado fue robado (dicen que eso entristeció a la banda, dando pie a componer la balada triste «Fade To Black»), por lo que para su siguiente disco, «Ride The Lightning«, se empleó otro Marshall: un JCM800 2203 con un Ibanez Tube Screamer TS9. Pero en el terreno de las guitarras, James ya estaba utilizando un instrumento muy diferente, una Gibson Explorer de 1983 — la famosa «So What», por la pegatina que James le puso —. Encolada, con pastillas 496R/500T y hecha en caoba, es seguro que el carácter obtenido era muy diferente al de su copia Electra, a la cual sustituyó tras una rotura de mástil.
Para lograr el sonido de este período, por lo tanto, es recomendable hacerse con una Gibson Explorer y un cabezal Marshall. Lo cierto es que es posible comprarse un JCM800 2203 moderno de tamaño completo, pero hay versiones reducidas y actualizadas tanto de ése como del SLP 1959, que pueden ser una alternativa más lógica para los tiempos actuales. En cuanto a pedales, no deberías tener problemas para hacerte con un ProCo Rat o un TS9.
Pero, como siempre, te ofrecemos alternativas más lowcost a todo ello.
Comienza el período Mesa Boogie
Petaluma, el hogar de los amplis Mesa Boogie, no estaba lejos de donde Metallica solían estar. Habiéndose mudado a San Francisco, el grupo se interesó por la marca y visitó personalmente el taller. El propio James cuenta que en aquel tiempo, la oferta de amplis Hi Gain no era tan amplia como ahora, y ver los amplis que Mesa Boogie estaba empezando a producir fue una revelación: varios canales, más ganancia y, lo más importante, la ecualización gráfica en el frontal. Un combo de prestaciones que definió el sonido del álbum que vendría después, «Master Of Puppets» (1986). Pero también dio un giro a la percepción que el público tenía de Mesa Boogie, que hasta entonces estaba asociado a músicos como Carlos Santana. Ahora Mesa ya sería una marca de culto para los heavys.
Para ser exactos, James se hizo con el Mesa Boogie Mark IIC+, una versión de la serie Mark II de amplificadores que hoy se considera muy exclusiva ya que se hicieron pocas unidades — algunos de los que hay no eran IIC+ en origen, sino que mucha gente modificaba un IIC para convertirlo en «+». De todas las unidades que James tiene del Mark IIC+, la más famosa es la apodada «Crunch Berries» (de nuevo, a causa de una pegatina que lleva), aunque a menudo se utilizaba un Mark IIC++ (sí, con doble «++», otra modificación) que pertenecía a su compañero Kirk Hammett.
Una forma idónea, aunque no muy económica, de lograr el sonido del Mark IIC+ es el nuevo Mesa Boogie Mark VII, que reúne en un solo ampli el sonido de muchos amplificadores de la historia Mark.
A nivel de guitarras, los cambios más relevantes de esta etapa son el cambio de Gibson Explorer a la ESP MX (el modelo equivalente, hecho a medida para James), y el uso de pastillas EMG 81 en el puente y EMG 60 en el mástil. Probablemente el segundo es más relevante que el primero, ya que aunque la ESP Explorer y la Gibson no son exactamente iguales en dimensiones (cambios del tamaño de pala, de mástil, ubicación de controles), a grosso modo, la construcción y planteamiento son similares entre sí. Pero la llegada de las pastillas activas EMG sí supuso un antes y un después en el sonido de la banda.
Aunque como nota curiosa, gran parte de los sonidos de Master Of Puppets provienen en realidad de una Jackson King V de 1985, una guitarra bastante diferente a nivel de maderas y de características. Poco después James dejó de usarla, ya que nunca acabó de sentirse cómodo con ella, pero le debemos uno de los mejores álbumes de metal de la historia.
En la actualidad, tener una Explorer ESP MX como la de James es prácticamente imposible, ya que Gibson demandó a ESP por el uso de la silueta, de modo que a día de hoy sólo podemos acercarnos usando o bien el modelo EX de ESP, o el modelo Snakebyte, diseñado precisamente por y para James Hetfield. Ambas con pastillas activas, deberían dejarte cerca del sonido de guitarra de James. El segundo lleva además las pastillas signature modernas de James Hetfield, aunque en la época de la que hablamos, todavía no existían.
El Black Album (1991)
Sin duda la obra de mayor éxito comercial de la banda, tuvo una gira asociada que se extendió durante años, y afianzó a Metallica como una de las bandas imborrables de la historia del rock.
Las guitarras empleadas por James en esta etapa no variaron mucho en concepto respecto a la ESP MX, aunque se nota que James está empezando a acumular billetes en la hucha, ya que es justo cuando nace su etapa de caprichos coleccionistas. Hetfield empieza a contactar con constructores independientes para hacerles encargos de guitarras únicas, algo que se extendería por el resto de su carrera, usándolas especialmente en vivo.
Así, años después, los modelos de luthieres de renombre mundial como Kenneth Lawrence se alternan con modelos custom nuevos de ESP, en un período en que aún era legal la fabricación de la ESP MX (recuerda, la Explorer hoy prohibida). También es la etapa en la que ESP más comercializa los modelos MX más asequibles, que hoy pueden alcanzar cifras estratosféricas de segunda mano.
También es una etapa de una ligera diversificación en el terreno de los amplis; ya en el álbum anterior, «…And Justice For All«, Hetfield comenzó a usar el Roland JC-120 para los sonidos limpios, algo que ha mantenido prácticamente hasta el día de hoy. Pero en los sonidos de distorsión también hubo mayor combinación entre los equipos Mesa Boogie Mark CII+ y otro amplis: el Marshall del productor del álbum, Bob Rock, que también había sido modificado por José Arredondo, como el Marshall original del álbum Kill’em All.
También hay declaraciones de James hablando de una combinación de equipos concreta: el previo ADA MP-1 con la etapa de potencia Mesa Boogie Simulclass II, lo cual nos lleva a la conclusión de que el Black Album es un disco difícil de replicar únicamente con un equipo. Algo que ya es encaja con la super producción millonaria que es.
Los Metallica de despues de los 2000
Los mediados y finales de los 90 fueron los de los discos «Load» y «Reload«, en que la banda hizo un giro estilístico muy brusco hacia el grunge, acompañados aún del productor Bob Rock. Y con él, sigue la predominancia del uso del Marshall modificado de Bob Rock. Las guitarras que James utiliza en vivo siguen siendo explorers y Flying V’s de ESP con diferentes estéticas, con pocas variaciones en la construcción exceptuando algunos modelos de luthier hechos con maderas exóticas.
Para muchos, Metallica tocó fondo en el año 2003 cuando presentaron «St. Anger«, un álbum con guitarras barítonas que intentaba no desentonar con el nu metal de bandas jóvenes del momento, y salió algo… rana. Pero sirvió para que Metallica se replanteara las cosas y volviese al Thrash Metal de siempre en 2008 con su «Death Magnetic«, un retorno a lo clásico que han mantenido hasta ahora con los discos siguientes.
Los dos aspectos más destacado en equipo de esta etapa son el descubrimiento de la silueta Les Paul por parte de James Hetfield y la introducción de guitarras barítonas para tocar algunos temas del citado «St. Anger».
El primero se ve representado en modelos como la ESP Truckster, un modelo con inspiración automovilística, o el Iron Cross, basado en una decoración realizada por el propio Hetfield sobre una Gibson. Ambas tienen la construcción de una Gibson Les Paul tradicional (especialmente el modelo comercial, el auténtico del artista tiene alguna versión con mástil de arce), pero con pastillas activas.
El segundo en modelos especiales que llegaron mucho más tarde como la ESP Snakebyte barítona, de edición limitada y ya descatalogado. Sin embargo, la versión estándar del modelo Snakebyte, inspirado en una explorer, es ya un modelo habitual del mercado, que seguramente se vende bastante. Lo hay en muchas versiones, y unos años después de su lanzamiento tuvo un compañero en forma de Flying V modificada, el Vulture. Todo ello fue completado con las primeras pastillas EMG signature de James Hetfield, el Het Set, que ahora viene habitualmente de serie en todas sus guitarras signature.
Este período es también en el que James más marcas y modelos de amplificador diferentes ha usado: Mesa Boogie Triple Rectifiers, Diezel VH4, Krank, Wizard, preamplificadores Mesa Boogie Triaxis y un sinfín de opciones. Es difícil señalar un único sonido de Metallica, aunque parece que el Diezel VH4 ocupa un lugar especial, del mismo modo que el Mark CII+ conserva el suyo. Durante un tiempo, podíamos ver algunos de estos amplis en gira acompañando a James pero, ¿y ahora? La respuesta, en el siguiente apartado.
La etapa digital
Metallica sigue usando sus amplificadores a válvulas en el estudio, pero cuando se van de gira por el mundo, ya no se los llevan. Ahora emplean un equipo digital de emulación (actualmente el Fractal Audio Axe-FX III, que usaron por primera vez en su concierto en la Antártida. La decisión no fue del todo libre, y es que las limitaciones de un entorno tan único exigía que los equipos pudiesen funcionar en temperaturas extremas y, aún más importante, estaba terminantemente prohibido hacer cualquier ruido que pudiese estresar a las especies autóctonas: todo el público iba con auriculares, y el sonido era captado por línea.
El caso es que la experiencia convenció a su equipo técnico y a los artistas: todos ellos vieron la ventaja de no tener que transportar decenas de cabezales por todo el planeta, además de tener un resultado sonoro más consistente que no varía con los voltajes de cada país o sala.
Que se hayan vuelto más prácticos a la hora de trabajar no significa que no sigan disfrutando de su dinero comprando instrumentos: tanto James como Kirk son (o han sido) poseedores de Gibson Les Paul del período 1958-1960, las hoy llamadas «bursts», piezas de coleccionismo muy selectas, difíciles de conseguir, y caras. Y como esas, otras guitarras especiales que solo los millonarios pueden permitirse.
Esos modelos únicos están dando lugar a colaboraciones con Gibson y Epiphone, por lo que, por vez primera, Metallica está trabajando con una marca de guitarras que no es ESP. Pero se trata de algo puntual, ya que la relación con ESP sigue, y es la marca principal con la que los fans de toda la vida de la banda siguen identificando a Metallica.
Conclusión
De modo que, si se tuviese que hacer un resumen de su carrera en términos de sonido, ese sería ESP + Mesa Boogie. Ya os hemos ofrecido numerosas alternativas de bajo coste para la guitarra, pero acercarse el sonido Mesa por poco dinero tampoco es imposible: te recomendamos plugins o pedales que los simulen.
No hemos hablado demasiado de los efectos, y aunque el wah es el efecto característico de Kirk, no hay exactamente un equivalente para James a excepción, quizás, del chorus que extrae de su Roland JC-120. Aunque se le ha visto con racks de efectos de ADA y TC Electronic, es posible que con la mayoría de chorus puedas acercarte a su sonido limpio. Otra alternativa es hacerte con un ampli Roland JC moderno, lo hay en versión de 20W y de 40 W.
¡Esperamos haberte ayudado a hacerte una idea de los ingredientes para imitar a Papa Het, probablemente el mayor gigante del metal que haya existido!
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