por Stefan Wyeth | Tiempo de lectura aproximado: 5 Minutos

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Los monopolios de la industria musical son algo muy real que afecta a los artistas de todos los niveles, desde los independientes hasta los de los grandes sellos.

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Como en cualquier industria, hay infracciones de ciertos aspectos éticos de las prácticas empresariales que empiezan a filtrarse cuando existen monopolios. En la música, empresas como Live Nation Entertainment, Spotify y Eventim llevan años asfixiando a sus respectivos sectores, pero ¿con qué fin, y qué podemos hacer al respecto como artistas y aficionados a la música?

Monopolios de la industria musical

Hace tiempo que la industria del disco se hundió, lo que cambió por completo la dinámica del negocio del entretenimiento. Ahora que la mayoría de los artistas obtienen ingresos insignificantes del streaming, básicamente un formato promocional, la actuación en directo sigue siendo el Santo Grial. Sin embargo, el juego está amañado en muchos escenarios.

Live Nation Entertainment

En el sector de la música en directo, Live Nation dio un gran golpe en 2010 con la fusión de Ticketmaster. En la actualidad, la empresa controla 3 áreas clave del negocio del entretenimiento en directo, lo que le da poder para ejercer influencia donde considere oportuno, lo cual es una perspectiva peligrosa.

En lo que respecta a los bienes inmuebles, Live Nation posee o controla más de 100 locales clave en todo EEUU. Aunque este factor por sí solo hace imposible tener éxito como artista sin tener algún tipo de relación con LNE, es sólo la punta del iceberg.

A continuación está la promoción, que es un servicio crucial del que dependen los artistas y por el que pagan muy caro. Pero, por supuesto, aquí no hay incentivos para la igualdad, ya que LNE dará prioridad a los artistas que aporten más ingresos.

Live Nation Entertainment

Números de LNE  segundo trimestre de 2023

Esta última rama del triunvirato es Ticketmaster, que asegura el monopolio de LNE con total seguridad. Aquí LNE domina tanto el mercado directo como el de reventa, obligando a sus competidores a utilizar a Ticketmaster como proveedor en muchos casos, ya que sencillamente no disponen de los mismos recursos.

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Además, este enfoque totalitario de la venta de entradas permite a LNE cometer grandes fallos en la prestación de servicios sin ninguna consecuencia, como vimos con la debacle de las entradas de Taylor Swift.

Desde entonces, Live Nation ha hecho recientes «reparaciones» en favor de los artistas, con medidas como la eliminación de las tasas sobre la venta de merchandising en los recintos y la concesión a los cabezas de cartel de 1.500 $ adicionales para cubrir gastos.

Spotify

El papel del artista en el mundo del streaming no es más que una mera formalidad, y el volumen cada vez mayor de contenido disponible hace que sea más difícil para un artista destacar en el mar infinito de lo que hay disponible.

Sin embargo, Spotify nunca ha pretendido tener en mente los intereses de los artistas. Desde el principio, fueron las grandes discográficas las que trataron de conseguir cuota de mercado en la plataforma y visibilidad para sus mejores artistas.

El valor reside en la base de suscriptores gratuitos y premium, que superó los 500 millones este año. Sin embargo, los 210 millones de suscriptores premium de Spotify equivalen sólo al 40% de sus usuarios totales, con 317 millones de suscriptores con publicidad.

Los ingresos por publicidad son, por supuesto, otra prioridad para la plataforma, y otro obstáculo para los artistas en el espacio de streaming digital es que los algoritmos están empezando a favorecer el contenido de formato largo, como podcasts, vlogs e incluso canales de streaming, en detrimento de la música.

 

En lugar de las visitas o el recuento de suscriptores, la retención de la audiencia es a lo que se juega aquí. Así que tu próximo single de éxito no sólo compite con otras canciones por el éxito en las listas y la reproducción en la radio, sino que compite con todo el contenido de las plataformas que utiliza.

Desde la era de la pandemia, la creación de contenidos se ha convertido rápidamente en el buque insignia del negocio del entretenimiento en cuanto a ingresos, con Spotify invirtiendo miles de millones en asegurarse los derechos exclusivos de creadores de contenidos de larga duración, como Joe Rogan.

El contenido de larga duración también tiene más peso entre los anunciantes, ya que el público es mucho más receptivo cuando consume podcasts de vídeo o de audio.

Pero, ¿dónde deja esto a los artistas que empiezan o simplemente intentan sostener sus negocios en 2023? No cabe duda de que hay algunos sistemas corporativos inevitables tanto en los espacios en directo como en los de streaming, por lo que aprender a navegar por ellos es clave.

¿Qué opinas del papel de empresas como Live Nation y Spotify en el panorama de la industria actual? Háznoslo saber en los comentarios.

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